jueves, 22 de septiembre de 2011

Proto Historia y La Evolución Humana

INTRODUCCIÓN

El tema de la prehistoria que veremos a continuación es muy interesante, ya que en él está mucha información de nuestros antepasados.

Este tema es muy interesante y extenso ya que tenemos prehistoria de África, Oriente Medio, América y Europa, además de sus diferentes etapas las cuales están muy bien puntualizadas y llenas de información la cual es tan interesante que no podemos dejar de leer.

Si hablamos de la prehistoria y de cómo se vivieron esas etapas, como dejar a un lado la evolución humana la cual también es parte de la historia, además una delas partes con mas importancia en nuestra vida actual ya que la evolución humana nos a llevado a lo que actualmente somos.

Hace millones de años vivieron los primeros Australopithecus de los cuales se han conservado esqueletos muy completos (como el de la famosa Lucy).
Sin más que decir los invito a leer todo este documento ya que les parecerá tan bueno que lo recomendaran a sus familiares y amigos.

DESARROLLO

PREHISTORIA

La prehistoria (del griego pro: ‘antes de’ e istoría: ‘historia’) es, según la definición clásica, el período de tiempo transcurrido desde la aparición del Homo sapiens hasta la invención de la escritura, hace más de 5000 años (aproximadamente en el año 3300 a. C.). Pero según otros autores se terminaría con la aparición de las sociedades complejas que dieron lugar a las primeras civilizaciones y estados.

Es importante señalar que según las nuevas interpretaciones de la ciencia histórica, la prehistoria es un término carente de real significancia en el sentido que fue entendido por generaciones. Si se considera a la Historia, tomando la definición de Marc Bloch, como el «acontecer humano en el tiempo», todo es Historia existiendo el ser humano, y la Prehistoria podría, forzadamente, solo entenderse como el estudio de la vida de los seres antes de la aparición del primer homínido en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la aparición del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.

Por otra parte, hay quienes defienden una definición de esta fase o, al menos, su separación de la Historia Antigua, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, pues éstos son más particularizadores (es decir, más ideográficos) y aquellos, más generalizadores y por tanto, más susceptibles de proporcionar una visión científica.

En ese sentido, el fin de la Prehistoria y el inicio de la Historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad que provocaría una modificación sustancial del hábitat, su aglomeración en ciudades, una socialización avanzada, su jerarquización, la aparición de estructuras administrativas, de la moneda y el incremento de los intercambios comerciales de larga distancia. Así, no sería muy correcto estudiar dentro del ámbito de la Prehistoria sociedades de carácter totalmente urbano como los incas, mayas o mexicas en América, los ghana o zimbabue en África y los jemer en el sureste asiático, las cuales solamente son identificadas con este período por la ausencia de textos escritos que de ellas tenemos.

Prehistoria, Historia y Arqueología


Desde el punto de vista más tradicional, se considera que la Prehistoria es una especialidad científica que estudia, por medio de la excavación, los datos de este periodo de la Historia que ha precedido a la invención de la escritura y en el que los restos arqueológicos son nuestra principal fuente de información. El resto viene de disciplinas auxiliares como la etnografía, la Paleoantropología, física nuclear para efectuar dataciones absolutas, el análisis por espectrómetro de masas de componentes líticos, cerámicos o metálicos, la geomorfología, la edafología, la tafonomía, la trazalogía para las huellas de uso, la paleontología, la paleobotánica, la estadística no paramétrica, la topografía y el dibujo técnico, entre otras muchas ciencias y técnicas. De manera que hay un gran número de personas que consideran a la Prehistoria una especialidad dentro de la Historia, sólo que mucho más tecnificada y pluridisciplinaria.


De todos modos, la metodología de base para la obtención de datos en la Prehistoria es, obviamente, la Arqueología por lo que hasta hace muy poco Prehistoria y Arqueología eran confundidas constantemente. Mientras que en los ámbitos académicos de la Europa continental la Prehistoria es una especialidad de la Historia, siendo habitual que haya departamentos de Prehistoria dentro de las facultades de Historia y también es normal que la financiación de las investigaciones corra a cargo de instituciones de orientación humanística o la propia administración estatal. En cambio, en América y las Islas Británicas la Prehistoria está siendo supeditada a la Arqueología (Arqueología procesual), la cual, a su vez, suele verse como una especialidad de la Antropología cuyo alcance, en cualquier caso, no se limita a las fases preliterarias de la Historia, sino a cualquier periodo pretérito, aunque sea muy reciente.

Además, la organización de los departamentos de Arqueología anglosajones suele ser diferente al asociarse a menudo a las Ciencias Naturales, incluyendo laboratorios propios y sistema de financiación ligados a organismos enfocados a tales ciencias (en Estados Unidos, por ejemplo, la National Science Foundation y en Gran Bretaña el Natural Environment Research Council) o fundaciones más relacionados con el sector privado.

Por otra parte contamos con los últimos estadios de la Prehistoria: la Protohistoria, que engloba los periodos sin escritura de ciertas regiones contemporáneas de las culturas históricas, cuyos textos nos dan una información adicional sobre estos pueblos agrafos. En todo caso, la definición o el concepto son bastante limitados; escasamente útiles fuera del ámbito europeo. Las culturas protohistóricas suelen incluirse tanto en el estudio de la prehistoria como en los primeros momentos de la historia antigua.

Prehistoria en África


África es la cuna de la humanidad y actualmente es el continente con más pueblos prehistóricos. Es fácil concluir que la prehistoria de África es la más larga y compleja de todo el globo.

Norte de África

El África mediterránea tiene, durante la Edad de Piedra, una periodización equivalente a la Europea, Paleolítico y Neolítico. Después, la influencia de la civilización Egipcia y la llegada de colonizadores fenicios aceleran el ritmo evolutivo respecto a Europa.

Edad de Piedra en el norte de África

El Paleolítico inferior y medio está bien representado y desde fechas muy remotas.4 Así, hay numerosas evidencias del Olduvayense y del Achelense (más en el Magreb que en la zona del Nilo), pudiendo añadir a las industrias líticas, diversos tipos de restos humanos (la Mandíbula de Ternifine (Argelia), que podría ser atribuida a Homo heidelbergensis, o, el cráneo de Jebel Irhoud (Marruecos), de aspecto neandertaloide). Durante este periodo existe bastante similitud entre las culturas norteafricanas y las de Europa occidental.

La cultura ateriense, sin embargo, parece romper esa tendencia y separa la evolución cultural, especialmente en la zona del Sáhara, de la de sus vecinos. Aunque es similar al musteriense en algunas de sus técnicas líticas, tiene particularidades que lo separan, como la costumbre de elaborar utensilios pedunculados o una cronología que no podría ubicarse en las fases de la Prehistoria europea (48000 a. C.-30000 a. C., aunque hay constancia de su supervivencia durante al menos diez mil años más).

Prehistoria del África subsahariana


A pesar de que el hombre nació en esta zona de África, cuando los primeros exploradores europeos con intenciones culturales llegaron se encontraron un panorama tristemente desolador, eso alimentó la consideración de bárbaros y salvajes para los habitantes del África negra. Sin embargo, en el corazón del continente florecieron importantes culturas que fueron decayendo, en parte por su propia dinámica interna y, sobre todo, por la continua sangría de la explotación colonial y esclavista iniciada desde los tiempos de los cartagineses, pero que alcanzó dimensiones dantescas con la aparición de mercaderes árabes en la Edad Media y europeos en la Edad Moderna. El florecimiento de las civilizaciones africanas no dejó testimonios escritos, sólo relatos de marineros que hablan de culturas pujantes y armónicas que decayeron con escasa resistencia ante la agresión exterior continuada que acabó por convertirse en colonialismo en el siglo XIX. Es fácil caer en el tópico, pero cuando se profundiza se aprecia la diversidad y profundidad de las raíces culturales de África. No obstante, dado que este artículo se dedica a la Prehistoria, no podemos tratar esas grandes civilizaciones (Ifé, Benín, Ashanti, Sokoto, Shongai, Nupe, Mossi, Bushongo, y así, en una lista interminable).

Edad de Piedra del África subsahariana

En África subsahariana para la Edad de Piedra suele preferirse la denominación anglosajona:
ESA (Early Stone Age: Edad de la Piedra temprana), se refiere al periodo comprendido desde la aparición del primer ser humano, hace más de dos millones y medio de años, hasta hace unos 200 000 años. Se divide en dos etapas: olduvayense y achelense.

La Prehistoria en Oriente Medio

Usaremos indistintamente las expresiones "Oriente Medio" y "Oriente Próximo" para designar a la región del Oriente más próxima a Europa, es sinónimo de Asia sudoccidental. En cualquier caso, desde el punto de vista histórico y, más concretamente, prehistórico, el Oriente medio es lo que se llama una Zona Nuclear que irradia continuas innovaciones y cambios y que influyen decisivamente en el desarrollo, no sólo de zonas limítrofes, sino de toda Eurasia.

El Paleolítico en Oriente Medio

Paleolítico inferior: el paso del ser humano por la zona se documenta en Dmanisi (Georgia), probablemente una variante de Homo ergaster datada entre 1.850.000 y 1.600.000 años de antigüedad; acompañados de una cultura material muy tosca, anterior al Achelense. Los primeros bifaces aparecen en Ubeidiya (Israel), junto a restos humanos muy antiguos. El Achelense típico de la zona va desde hace algo más de 800.000 años, hasta unos 150.000 años atrás.

Paleolítico medio: Es muy similar al de toda la cuenca mediterránea, ocupada en aquella época por los neandertales con cultura musteriense. Mugharet et-Tabun (Israel), ofrece una secuencia casi completa del Paleolítico Medio: las industrias más antiguas son las el Achelense final seguido de niveles con piezas laminares, auriñacoides. En el techo hay típicas industrias musterienses.

El Mesolítico en Oriente Próximo


Comenzó al finalizar la última glaciación. Al principio, la caza y la recolección siguieron siendo básicas; de hecho en este periodo se inventan el arco y las flechas. Pero, con el tiempo, el nomadismo se transformó en semisedentarismo, la caza se convirtió en simbiosis y la recolección en forrajeo organizado. Así nació la cultura mesolítica más importante del Mesolítico medio-oriental, el Natufiense: en el que ya hay pequeños poblados, asociados a silos y diversas herramientas para cosechar y elaborar cereales panificables.

La Prehistoria en América


La Edad de Piedra es mucho más tardía sin que todavía se haya averiguado exactamente cuándo comienza. La teoría más aceptada es que el poblamiento humano de América se produjo desde Siberia a través de Estrecho de Bering: algunos datos apuntan a un poblamiento muy temprano, al menos desde hace unos 50.000 años. Otros creen, en cambio, que sólo hay pruebas para afirmar que los seres humanos llegaron hace unos 14.000 años o poco más. En cualquier caso, el aislamiento de América respecto a otros continentes fue casi absoluto (aunque se sabe que hubo varias migraciones a los largo de la Prehistoria), lo que justifica que no se emplee la periodización tradicional, sino otra específica adecuada a la realidad arqueológica de este gran continente. En 1958, los arqueólogos Gordon Willey y Philip Phillips propusieron las siguientes etapas:

Periodo Lítico o Paleoindio

Podría equipararse al Paleolítico Superior europeo, comprende desde la llegada de los primeros americanos (con una fecha variable, según el paradigma teórico defendido) hasta el comienzo del Holoceno. Dentro de este periodo hay dos fases:

Fase de cazadores-recolectores indiferenciados: caracterizado por una industria lítica arcaizante (cantos tallados, lascas musteroides, bifaces...); los restos son muy escasos pero pueden ponerse ejemplos datados por encima de los 30 000 años de antigüedad en todo el continente, desde Topper (en Estados Unidos) hasta Pedra Furada (en Brasil), pasando por Tlapacoya (en México) o Monte Verde II (en Chile).


Fase de las Puntas de proyectil: Estaríamos ante una cultura de tecnología lítica muy avanzada y con una economía basada en la caza de piezas de mediano y gran tamaño. Aparece hace unos 13 000 años y se caracteriza por diversos tipos de puntas de lanza foliáceas finamente elaboradas, las más famosas son las de la cultura Clovis (Nuevo México), aunque, por supuesto, hay muchas más. A destacar, por situación geográfica, la Cueva Fell (en Tierra del Fuego, Chile), cuyas puntas, llamadas de «cola de pescado», se datan en el 7000 a. C.

Arcaico Temprano

Hacia el VIII milenio a. C., a finales de la última glaciación, los antiguos americanos comienzan a experimentar con el cultivo de plantas y la cría de animales, iniciando un largo proceso hacia las primeras poblaciones sedentarias. Esta transición fue más en el centro- noroeste del Perú y en el sur de México (las dos zonas nucleares fundamentales de América). También aparecen los primeros poblados estables y numerosas culturas que viven de la explotación intensiva de recursos oceánicos, cuyos restos más típicos son los concheros, grandes montones de desperdicios de conchas de moluscos. Progresivamente, las comunidades van dependiendo más y más del producto de la agricultura, la ganadería y de la pesca.

Arcaico Tardío


La sedentarización se sigue de un proceso de jerarquización de las comunidades, apareciendo hacia el IV milenio a. C. las primeras jefaturas extra-familiares que se van consolidando lentamente en autoridades políticas permanentes de pueblos que forman grandes rutas de intercambio económico por medio del conocimiento de la astronomía y los ciclos agrícolas.

Periodo Formativo

Sería el equivalente a la Protohistoria europea, pero más dilatada; inmediatamente después de esta fase aparecen las primeras formas de escritura y las grandes civilizaciones clásicas como la de los Mayas o los Moche. Evidentemente, destaca por novedades como la agricultura, la ganadería, la cerámica... Entre los 4000 a. C. y el comienzo de nuestra era.

También se produce la aparición de las primeras sociedades jerarquizadas con formas de gobierno relativamente complejas; de hecho, hay grandes civilizaciones como la de los Olmecas en Mesoamérica y la Cultura Chavín en Sudamérica, que llegan a dominar extensos territorios y a construir importantes centros urbanos en torno a santuarios dedicados al Dios Jaguar. Otras culturas reseñables son las de los Anasazi y sus similares (Arizona), así como los constructores de Montículos de Norteamérica.

El umbral de la historia americana


En América, la utilización de cobre nativo se remonta hacia el 900 a. C.; poco después comienza una metalurgia auténtica, basada en cobre y, sobre todo, oro y plata. El bronce no aparece hasta poco antes del año 900. El hierro no se conoció hasta la llegada de los europeos. Arriba se explica que con las fases finales de los olmecas, al comenzar nuestra era, nace la escritura en Mesoamérica estamos, pues, entrando ya en la Historia. Esto se corrobora con el hallazgo reciente de ciertos objetos extraídos de zonas donde tuvieron lugar asentamientos olmecas (Tabasco, Veracruz; México) cuya datación mediante el carbono 14 sitúa su origen alrededor del año 900 a. C. Los objetos presentan glifos que, por sus características, han permitido suponer que el sistema de símbolos empleados fue la base del sistema de escritura maya, que alcanzó su mayor perfeccionamiento entre el 200 y el 900 d. C.

Edad de Piedra europea

La Edad de la piedra europea sigue dividiéndose en tres etapas, siguiendo las propuestas de John Lubbock en 1865 que separó el Paleolítico y el Neolítico. A éstas se unió el Mesolítico, gracias al descubrimiento del Tardenoisiense por Gabriel de Mortillet etre 1885 y 1897.11 Más tarde las tres edades de la piedra fueron precisadas y enriquecidas por las propuestas del abate Breuil en 1932. Desde entonces, aunque se hayan cambiado los cuadros de referencia y muchos conceptos erróneos, la división apenas ha sufrido alteraciones relevantes.

Edad de los metales en Europa

Calcolítico europeo

El Calcolítico o Eneolítico es la Edad del Cobre (en griego cobre se dice Χαλκός = «kalkós»). Esta fase es, a menudo, difícil de definir, pues la presencia de objetos de cobre no siempre supone un cambio cultural importante respecto al Neolítico, por lo que suele tratarse como un estadio intermedio entre el final de la edad de Piedra Mesolítico y la Edad del Bronce. No obstante, es posible utilizar esta denominación para algunas culturas, que presentan rasgos claramente diferenciados; en el periodo que transcurre entre el cuarto y el segundo milenio a. C... Quizá convenga aclarar que no se tratarán aquí las culturas del tercer milenio del Egeo (Cicládico y Minoico), por considerarlas más avanzadas, en la línea de otras del Próximo Oriente, tal vez protohistóricas y incluso podrían incluirse en los inicios de la Historia antigua del mundo preclásico.

El cobre aparece hace más de 6.000 años, a finales del Neolítico, en Oriente Medio, en forma de objetos martillados a partir de pepitas de metal nativo. La fundición es algo posterior y penetra en Europa a través del Cáucaso y Anatolia en el IV milenio a. C. Aunque hay especialistas que sostienen un descubrimiento autóctono del cobre en el sureste de Europa, tan antiguo como el de Oriente. En efecto, la zona de Serbia, y Sur de Rumanía es la primera en la que se atestigua la fundición del cobre (Vinca-Gulmenitza), desde allí, los préstamos culturales parecen extenderse en todas direcciones (hacia el norte, afectando la zona de Cucuteni-Tripoljé, y hacia el este, hasta llegar a Austria, naciendo la cultura de Tisza-Lengyel). Este primer centro metalúrgico se da en el IV milenio a. C.

Edad del Bronce en Europa

El Bronce es el resultado de la aleación de cobre con estaño con la ventaja de que funde a más baja temperatura y es mucho más resistente que el cobre. Fue inventado en oriente medio hacia el IV milenio a. C. sustituyendo al Calcolítico aunque en otros lugares esta última edad fue desconocida y el bronce sustituye directamente al período Neolítico. El bronce penetró en Europa a través de una extensa red de vías comerciales que recorrían todo el continente hasta el Mar del Norte, comunicando con las avanzadas civilizaciones del mundo Egeo, así como Egipto y el Próximo Oriente.


Bronce Antiguo en Europa Entre los años 1800 a. C. y 1500 a. C., aproximadamente, coincidiendo con la plenitud del mundo minoico, es decir con la fase llamada «Minoico Medio o de los Grandes Palacios», pero también con el inicio del mundo micénico. Europa se benefició de la demanda de materias primas por parte de las grandes civilizaciones del Próximo Oriente y del Egeo. éstas demandaban ámbar del Báltico, cobre del bajo Danubio y Huelva, estaño de Cornualles y Galicia, oro de Irlanda, metales preciosos de Andalucía y azabache de Gran Bretaña. A cambio ofrecían manufacturas de bronce (armas, sobre todo) o, simpemente difundían la nueva tecnología metalúrgica, junto a otros objetos exóticos entre los que destacan los ornamentos de oro y plata y las perlas egipcias de fayenza azul. Las principales rutas comerciales eran controladas por una serie de culturas que, en conjunto, llamaremos Complejo o familia de los túmulos del Bronce Antiguo. Éstas, aunque muy diferentes, comparten un sustrato calcolítico en el que se combina la herencia occidental del Campaniforme tardío, las Cerámicas cordadas de Centroeuropa y los kurganes de las estepas orientales: cultura de Unetice, un gran dominio que abarcaba desde el mar Negro hasta el mar Báltico; y las que parece subsidiarias suyas en occidente: cultura de los Túmulos amoricanos, cultura de Wessex: en las Islas Británicas, durante esta época, siguen teniendo gran importancia los santuarios megalíticos llamados «Henges», que, bien son mantenidos como centros cultuales en activo o, incluso remodelados y enriquecidos, como es el caso del propio Stonehenge.

Edad del Hierro en Europa


Se llama Edad del Hierro al período en que se desarrolló la metalurgia del hierro. Este metal es superior al bronce en cuanto a dureza y abundancia de yacimientos. El empleo correcto de este mineral comenzó en el II milenio a. C., siendo los hititas el primer reino organizado que controló su producción. La expansión del conocimiento sobre el uso del hierro se produce probablemente desde Irán a través del Cáucaso, donde se refugiarían los supervivientes del imperio hitita destruido en el siglo XIII a. C.

Así pues, la Edad del Hierro viene caracterizada por la utilización del hierro como metal, importada de Oriente a través de las sucesivas inmigraciones de tribus indoeuropeas (célticas). En el caso de Europa Occidental, comienzan a llegar a partir del 1200 a. C., durante el Bronce Final. A pesar de que los minerales con hierro eran mucho más abundantes, su tratamiento requería una tecnología compleja y absolutamente diferente a la de otros metales conocidos hasta la fecha (refinado, fundido, forjado y templado), lo que obstaculizó su difusión: durante muchos siglos el hierro fue más un objeto de prestigio que una materia prima usada en herramientas de un modo habitual, por lo que el bronce no fue desbancado, sino todo lo contrario.21 En el caso de Europa el hierro no se generaliza hasta, aproximadamente, el año 800 a. C. y en la mayor parte del continente finaliza con la romanización. No obstante en el norte de Alemania la edad del Hierro continúa con el nombre de cultura de Jastorf; y en Escandinavia persiste hasta la época vikinga (alrededor del año 1000 de nuestra era). En cualquier caso, como para los otros periodos de la prehistoria, los límites cronológicos de la Edad del Hierro varían considerablemente según el área cultural y el área geográfica considerada.

Cultura de Hallstatt

La cultura de Hallstatt (800-450 a. C.) o Primera Edad del Hierro en Europa Central, Francia y los Balcanes, considerada heredera de la «cultura de los Campos de Urnas». Esta sociedad está dirigida por una aristocracia guerrera; aunque el hierro al principio es minoritario, a partir del VII a. C., se generaliza poco a poco. Esta cultura mantiene contactos con el Mediterráneo y con las estepas del este europeo. Persiste el comercio del ámbar y del estaño en los intercambios con el mundo mediterráneo. Se recupera el rito funerario de la inhumación bajo túmulo, imponiéndose paulatinamente sobre la incineración, que es más habitual en las zonas periféricas (donde suele hablarse de «Campos de Urnas Tardíos»). Algunas tumbas, por su contenido y por su estructura, resultan claramente principescas con ricos ajuares depositados en grandes cámaras mortuorias de madera.

Cultura de La Tène


La cultura de La Tène (desde el 450 a. C. hasta la conquista romana); es la Segunda Edad del Hierro en Centroeuropa, Francia, norte de España e Islas británicas. El hierro se ha generalizado y la economía se ha diversificado, naciendo una auténtica Cultura Céltica de gran envergadura. Los asentamientos son fortificados, la complejidad de algunos de ellos es propia de grandes urbes (lo que los romanos llamaban oppidum) con una estratificación social bien diferenciada, cuya cúspide ocupan los nobles guerreros. Estos aristócratas gustaban de ser inhumados en enormes tumbas con ajuares muy ostentosos que incluyen carros de guerra, adornos, joyas, armas y grandes vasos de cerámica importados de Grecia y Etruria. La tumba de la princesa de Vix es el mejor ejemplo.

Evolución humana


La evolución humana (u hominización) explica el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho proceso requiere un análisis interdisciplinar en el que se aúnen conocimientos procedentes de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la estratigrafía, la geocronología, la arqueología y la lingüística.

El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homininos, como Ardipithecus, Australopithecus, etc. Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés se separaron hace entre 5 y 7 millones de años. A partir de esta separación la estirpe humana siguió ramificándose originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción de Homo sapiens.

Etapas en la evolución humana


Los primeros posibles homínidos bípedos (homininos) son Sahelanthropus tchadiensis (con una antigüedad de 6 ó 7 millones de años), Orrorin tugenensis (unos 6 millones de años) y Ardipithecus (entre 5,5 y 4,5 millones de años). Los fósiles de estos homínidos son escasos y fragmentarios y no hay acuerdo general sobre si eran totalmente bípedos. No obstante, tras el descubrimiento del esqueleto casi completo apodado Ardi, se han podido resolver algunas dudas al respecto; así, la forma de la parte superior de la pelvis indica que era bípedo y que caminaba con la espalda recta, pero la forma del pie, con el dedo gordo dirigido hacia adentro (como en las manos) en vez de ser paralelo a los demás, indica que debía caminar apoyándose sobre la parte externa de los pies y que no podía recorrer grandes distancias.

Los primeros homininos de los que se tiene la seguridad de que fueron completamente bípedos son los miembros del género Australopithecus, de los que se han conservado esqueletos muy completos (como el de la famosa Lucy).

Este tipo de hominino prosperó en las sabanas arboladas del este de África entre 4 y 2,5 millones de años atrás con notable éxito ecológico, como lo demuestra la radiación que experimentó, con al menos cinco especies diferentes esparcidas desde Etiopía y el Chad hasta Sudáfrica.


Su desaparición se ha atribuido a la crisis climática que se inició hace unos 2,8 millones de años y que condujo a una desertificación de la sabana con la consiguiente expansión de los ecosistemas abiertos, esteparios. Como resultado de esta presión evolutiva, algunos Australopithecus se especializaron en la explotación de productos vegetales duros y de escaso valor nutritivo, desarrollando un impresionante aparato masticador, originando al Paranthropus; otros Australopithecus se hicieron paulatinamente más carnívoros, originando a los primeros Homo.

Los primeros Homo


No se sabe con certeza qué especie originó los primeros miembros del género Homo; se han propuesto a. africanus, A. afarensis y A. garhi, pero no hay un acuerdo general. También se ha sugerido que Kenyanthropus platyops pudo ser el antepasado de los primeros Homo.
El poblamiento de Eurasia

Esta es sin duda la etapa más confusa y compleja de la evolución humana. El sucesor cronológico de los citados Homo rudolfensis y Homo habilis es Homo ergaster, cuyos fósiles más antiguos datan de hace aproximadamente 1,8 millones de años, y su volumen craneal oscila entre 850 y 880 cm³.

Morfológicamente es muy similar a Homo erectus y en ocasiones se alude a él como Homo erectus africano. Se supone que fue el primero de nuestros antepasados en abandonar África; se han hallado fósiles asimilables a H. ergaster (o tal vez a Homo habilis) en Dmanisi (Georgia), datados en 1,8 millones de años de antigüedad y que se han denominado Homo georgicus que prueban la temprana salida de África de nuestros antepasados remotos.

Esta primera migración humana condujo a la diferenciación de dos linajes descendientes de Homo ergaster: Homo erectus en Extremo Oriente (China, Java) y Homo antecessor/Homo cepranensis en Europa (España, Italia). Por su parte, los miembros de H. ergaster que permanecieron en África inventaron un modo nuevo de tallar la piedra, más elaborado, denominado Achelense o Modo 2 (hace 1,6 ó 1,7 millones de años). Se ha especulado que los clanes poseedores de la nueva tecnología habrían ocupado los entornos más favorables desplazando a los tecnológicamente menos avanzados, que se vieron obligados a emigrar. Ciertamente sorprende el hecho que H. antecessor y H. erectus siguieran utilizando el primitivo Modo 1 (Olduvayense), cientos de miles de años después del descubrimiento del Achelense. Una explicación alternativa es que la migración se produjera antes de la aparición del Achelense.

Nuevos orígenes en África


La fase final de la evolución de la especie humana está presidida por tres especies humanas inteligentes, que durante un largo periodo convivieron y compitieron por los mismos recursos. Se trata del Hombre de Neanderthal (Homo neanderthalensis), la especie del homínido de Denisova y el hombre moderno (Homo sapiens). Son en realidad historias paralelas que, en un momento determinado, se cruzan.

El Hombre de Neanderthal surgió y evolucionó en Europa y Oriente Medio hace unos 230.000 años,6 presentando claras adaptaciones al clima frío de la época (complexión baja y fuerte, nariz ancha).

El homínido de Denisova vivió hace 40.000 años en los montes Altai y probablemente en otras áreas en las cuales también vivieron neandertales y sapiens. El análisis del ADN mitocondrial indica un ancestro femenino común con las otras dos especies hace aproximadamente un millón de años.10 La secuencia de su genoma ha revelado que habría compartido con los neandertales un ancestro hace unos 650.000 años y con los humanos modernos hace 800.000 años. Un molar descubierto presenta características morfológicas claramente diferentes a las de los neandertales y los humanos modernos.

Homo sapiens


Los parientes vivos más cercanos a nuestra especie son los grandes simios: el gorila, el chimpancé, el bonobo y el orangután.

Demostración palmaria de este parentesco es que un mapeo del genoma humano actual indica que Homo sapiens comparte casi el 99% de los genes con el chimpancé y con el bonobo. Para mayor precisión, el genoma de cualquier individuo de nuestra especie tiene una diferencia de sólo el 0,27% respecto al genoma de Pan troglodytes (chimpancés) y de 0,65% respecto al genoma de los gorilas.

Los fósiles más antiguos de Homo sapiens tienen una antigüedad de casi 200.000 años13 y proceden del sur de Etiopía (formación Kibish del río Omo), considerada como la cuna de la humanidad (véase Hombres de Kibish). A estos restos fósiles siguen en antigüedad los de Homo sapiens idaltu, con unos 160.000 años.

Migraciones prehistóricas de Homo sapiens

Junto a los hallazgos arqueológicos, los principales indicadores de la expansión del ser humano por el planeta son el ADN mitocondrial y el cromosoma Y, que son característicos de la descendencia por línea materna y paterna respectivamente.
Los humanos ya habrían comenzado a salir de África unos 90.000 años antes del presente; colonizando para esas fechas el levante (Estos restos fósiles han sido atribuibles a tempranos Homo sapiens, pero su relación real con los humanos modernos es muy discutible).

Bipedestación

Los Homininos, primates bípedos, habrían surgido hace unos 6 ó 7 millones de años en África, cuando dicho continente se encontró afectado por una progresiva desecación que redujo las áreas de bosques y selvas. Como adaptación al bioma de sabana aparecieron primates capaces de caminar fácilmente de modo bípedo y mantenerse erguidos (East Side Story;18 19 ) . Más aún, en un medio cálido y con fuerte radiación ultravioleta e infrarroja algunas de las mejores soluciones adaptativas son la marcha bípeda y la progresiva reducción de la capa pilosa, lo que evita el excesivo recalentamiento del cuerpo. Hace 150.000 años el norte de África volvió a sufrir una intensa desertización lo cual significó otra gran presión evolutiva como para que se fijaran los rasgos principales de la especie Homo sapiens.

Ventajas y desventajas de la bipedestación

Es evidente que la gran cantidad de modificaciones anatómicas que condujeron del cuadrupedismo al bipedismo requirió una fuerte presión selectiva. Se ha discutido mucho sobre la eficacia e ineficacia de la marcha bípeda comparada con la cuadrúpeda. También se ha notado que ningún otro animal de los que se adaptaron a la sabana al final de Mioceno desarrolló una marcha bípeda. Hemos de tener en cuenta que partimos de homínidos con un tipo de desplazamiento cuadrúpedo poco eficaz para largos desplazamientos en terreno abierto: el modo en que se desplazan los chimpancés, apoyando la segunda falange de los dedos de las manos no puede compararse a la marcha cuadrúpeda de ningún otro mamífero. Los primeros homínidos de sabana probablemente se vieron obligados a desplazarse distancias considerables en campo abierto para alcanzar grupos de árboles situados a distancia. La marcha bípeda pudo ser muy eficaz en estas condiciones ya que:
Permite otear el horizonte por encima de la vegetación herbácea en busca de árboles o depredadores.

Permite transportar cosas (como comida, palos, piedras o crías) con las manos, liberadas de la función locomotora. Es más lenta que la marcha cuadrúpeda, pero es menos costoso energéticamente, lo que debería ser interesante para recorrer largas distancias en la sabana, o en un hábitat más pobre en recursos que la selva. Expone menos superficie al sol y permite aprovechar la brisa, lo que ayuda a no recalentar el cuerpo y ahorrar agua, cosa útil en un hábitat con escasez del líquido elemento.

Diferencias con otros primates

Cuando los ancestros del Homo sapiens y otros muchos primates vivían en selvas comiendo frutos, bayas y hojas, abundantes en vitamina C, pudieron perder la capacidad genética, que tiene la mayoría de los animales, de sintetizar en su propio organismo tal vitamina. Tales pérdidas durante la evolución han implicado sutiles pero importantes determinaciones: cuando las selvas originales se redujeron o, por crecimiento demográfico, resultaron superpobladas, los primitivos homininos (y luego los humanos) se vieron forzados a recorrer importantes distancias, migrar, para obtener nuevas fuentes de nutrientes (por ejemplo de la citada vitamina C).

Todos los cambios reseñados han sucedido en un periodo relativamente breve (aunque se mida en millones de años), esto explica la susceptibilidad de nuestra especie a afecciones en la columna vertebral y en la circulación sanguínea y linfática.

Liberación de los miembros superiores

La postura bípeda dejó libres los miembros superiores que ya no tienen que cumplir la función de patas (excepto en los niños muy pequeños) ni la de braquiación, es decir, el desplazamiento de rama en rama con los brazos, aun cuando la actual especie humana, de la cintura hacia arriba mantenga una complexión de tipo arborícola.

Esta liberación de los miembros superiores fue, en su inicio, una adaptación óptima al bioma de sabana; al marchar bípedamente y con los brazos libres, los ancestros del hombre podían recoger más fácilmente su comida; raíces, frutos, hojas, insectos, huevos, reptiles pequeños, roedores y carroña; en efecto, muchos indicios hacen suponer como probable que nuestros ancestros fueran en gran medida carroñeros y, dentro del carroñeo, practicaran la modalidad llamada cleptoparasitismo, esto es, robaban las presas recién cazadas por especies netamente carnívoras; para tal práctica, nuestros ancestros debían haber actuado en bandas, organizadamente.

Visión

El humano hereda de los prosimios la visión estereoscópica y pancromática (la capacidad de ver una amplia tonalidad de los colores del espectro visible); los ojos en la parte delantera de la cabeza posibilitan la visión estereoscópica (en tres dimensiones), pero si esa característica surge en los prosimios como una adaptación para moverse mejor durante la noche o en ambientes umbríos como los de las junglas, en Homo sapiens tal función cobra otro valor; facilita la mirada a lontananza, el otear horizontes, en este aspecto la visión es bastante más aguda en los humanos que en los otros primates y en los prosimios. Esto facilitará el hecho por el cual Homo sapiens sea un ser altamente visual (por ejemplo las comunicaciones mediante la mímica), y facilitará asimismo lo imaginario.

Especialización

Pese al conjunto de modificaciones morfológicas antes reseñadas, desde el punto de vista de la anatomía comparada, llama la atención una cuestión: Homo sapiens es un animal relativamente poco especializado. En efecto, gran parte de las especies animales ha logrado algún tipo de especialización anatómica (por ejemplo los artiodáctilos poseen pezuñas que les permiten correr en las llanuras despejadas), pero las especializaciones, si suelen ser una óptima adaptación a un determinado bioma, conllevan el riesgo de la desaparición de la especie especializada y asociada a tal bioma si éste se modifica.

Aparición del lenguaje simbólico


Hablar de la aparición del lenguaje humano, lenguaje simbólico, por lógica parecería implicar que hay que hablar previamente de la cerebración, y eso es bastante cierto, pero el lenguaje humano simbólico tiene sus antecedentes en momentos y cambios morfológicos que son previos a cambios importantes en la estructura del sistema nervioso central. Por ejemplo, los chimpancés pueden realizar un esbozo primario de lenguaje simbólico basándose en la mímica (de un modo semejante a un sistema muy simple de comunicación para sordomudos).

Ahora bien, el lenguaje simbólico por excelencia es el basado en los significantes acústicos, y para que una especie tenga la capacidad de articular sonidos discretos, se requieren más innovaciones morfológicas, algunas de ellas muy probablemente anteriores al desarrollo de un cerebro lo suficientemente complejo como para pensar de modo simbólico. En efecto, observemos la orofaringe y la laringe: en los mamíferos, a excepción del humano, la laringe se encuentra en la parte alta de la garganta, de modo que la epiglotis cierra la tráquea de un modo estanco al beber e ingerir comida. En cambio, en Homo sapiens, la laringe se ubica más abajo, lo que permite a las cuerdas vocales la producción de sonidos más claramente diferenciados y variados, pero al no poder ocluir completamente la epiglotis, la respiración y la ingesta deben alternarse para que el sujeto no se ahogue. El acortamiento del prognatismo que se compensa con una elevación de la bóveda palatina facilitan el lenguaje oral. Otro elemento de relevante importancia es la posición y estructura del hioides, su gracilidad y motilidad permitirán un lenguaje oral lo suficientemente articulado.

Futuro de la evolución humana


Una línea del pensamiento asegura que la especie humana ha dejado de evolucionar. La razón que plantea es que los avances en la ciencia ahora permiten sobrevivir a personas que de otra forma habrían muerto (eliminación de la presión selectiva), y también permiten una movilidad a nivel global, diluyendo cualquier novedad genética en una población tan grande (eliminación de la deriva genética).

Sin embargo, existen otras posturas que consideran que son precisamente los adelantos tecnológicos los que impulsan actualmente la evolución humana. Por una parte, se ha propuesto que el entorno actual favorece la reproducción de las personas inteligentes, independientemente de su fuerza física o su estado de salud.23 Además, es posible que la ingeniería genética humana permita seleccionar las características genéticas de la descendencia.23 Por otra parte, también se ha propuesto que en el futuro la tecnología posibilite a las personas vivir como seres digitales dentro de cuerpos artificiales.
 

CONCLUSIÓN

Nos dice que la prehistoria viene del griego que es una aparición del homo sapiens hasta que se inventó la escritura y dice que otros autores piensan que se terminaría con la aparición de las sociedades que dieron lugar a las civilizaciones y estados.

La Prehistoria, Arqueología también forma parte de la historia ya que se han encontrado figuras arqueológicas que forman parte de nuestros antepasados ya que los restos arqueológicos es la principal fuente de información que tenemos para conocer nuestra prehistoria.

Nos habla de las prehistoria de áfrica, américa y occidente, donde nos dice que África es la cuna de la humanidad y que es el pueblo con más continentes y que es la más compleja de todo el globo.

En la prehistoria en américa dice que con las fases finales de los olmecas, nace la escritura mesoamericana y con ello entramos a la historia y que con esto se corroboro cuando los objetos que fueron extraídos en la zona donde se asentaban los olmecas.
Nos dice también que en la edad de bronce en Europa es el resultado de la fusión de cobre y estaño que se funden en baja temperatura y que es lo más reciente que el cobre y que se inventó en el oriente a medias el IV milenio a. de c. y que sustituyo el Calcolítico.

El Futuro de la evolución humana es una del pensamiento en la que nos dice que la especie humana dejo de evolucionar, y que los avances de la ciencia les permite sobrevivir a personas que de una forma u otra ya han muerto y que esto permite una movilidad a nivel global.

Sin embargo, existen otras actitudes que consideran que son precisamente los adelantos tecnológicos los que impulsan actualmente la evolución humana. Por una parte, se ha propuesto que el entorno actual favorece la reproducción de las personas inteligentes.

Libremente de su fuerza física o su estado de salud. Es posible que la ingeniería genética humana permita seleccionar las características genéticas de la descendencia. Por otra parte, también se ha propuesto que en el futuro la tecnología posibilite a las personas vivir como seres digitales dentro de cuerpos artificiales.


 

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