viernes, 21 de octubre de 2011

La guerra, violencia y paz social.

INTRODUCCIÓN

Unos de los temas muy interesantes son la guerra y la paz, en estos Hablaremos de la guerra que no son más que conflictos que existen entre países y entre la misma sociedad ya que se convierte en fenómenos particulares en el comienzo de la civilizaciones por territorios o algún mando que quieren tener también entre naciones por poderes de gobiernos, por el control de los recursos humanos o naturales o el sometimiento de algunos grupos para poder destruirlos ya que piensan que son el enemigo.

Nos dice también que la paz es un convenio o tratado que da fin a la guerra. Puede hablarse de una paz social como entendimiento y buenas relaciones entre los grupos, clases o clases sociales dentro de un país. En el plano individual, la paz designa un estado interior, exento de cólera, odio y más generalmente de sentimientos negativos. Es, por lo tanto, deseada para uno mismo e igualmente para los demás, hasta el punto de convertirse en un saludo o una meta de la vida.


En el tema de la violencia nos dice que es una interacción humana que se muestra en las conductas o situaciones grave o difícil en un individuo o (os), pueden ser tanto físicas como psicológicas.
Esto puede dañar a las personas por que no sabemos cómo va a reaccionar el individuo ya que puede ocasionar lesiones físicas, humillaciones, amenazas, rechazo. Y por tal motivo puede ocasionar hasta miedo en las personas.

DESARROLLO

Guerra
La guerra es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos humanos. Es quizá una de las más antiguas de todas las relaciones internacionales, aunque se convierte en un fenómeno particular con el comienzo de las civilizaciones. Supone el enfrentamiento organizado de grupos humanos armados, con el propósito de controlar recursos naturales o humanos, o el desarme, sometimiento y, en su caso, destrucción del enemigo, y se producen por múltiples causas, entre las que suelen estar el mantenimiento o el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas o territoriales.
En Ciencia Política y Relaciones Internacionales, la guerra es un instrumento político, al servicio de un Estado u otra organización con fines políticos.
Según Richard Holmes, la guerra es una experiencia universal que comparten todos los países y todas las culturas. Según Sun Tzu, "La guerra es el mayor conflicto de Estado, la base de la vida y la muerte, el Tao de la supervivencia y la extinción. Por lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente". Según Karl von Clausewitz, la guerra es "la continuación de la política por otros medios".

Las reglas de la guerra, y la existencia misma de reglas, han variado mucho a lo largo de la historia. El concepto de quiénes son los combatientes también varía con el grado de organización de las sociedades enfrentadas. Las dos posibilidades más frecuentes son civiles sacados de la población general, generalmente varones jóvenes, en caso de conflicto, o soldados profesionales formando ejércitos permanentes. También puede haber voluntarios y mercenarios. Las combinaciones de varios o de todos estos tipos de militares son asimismo frecuentes.
Las formas de hacer una guerra dependen de los propósitos de los combatientes. Por ejemplo, en las guerras romanas, cuyo objetivo era expandir el imperio, el objetivo militar principal eran los combatientes de la nación a conquistar, para incorporar el pueblo una vez conquistado al imperio.
En la actualidad, a veces se hace distinción entre conflictos armados y guerras. De acuerdo con este punto de vista, un conflicto sólo sería una guerra si los beligerantes han hecho una declaración formal de la misma. En una concepción de la doctrina militar de EE.UU. no se hace distinción alguna, refiriéndose a los conflictos armados como guerras de cuarta generación.

Definiciones y conceptos

Aristóteles afirmó que la guerra sólo sería un medio en vista de la paz, como lo es el trabajo en vista del ocio y la acción en vista del pensamiento.
La guerra, dice el Marqués de Olivart, es el litigio entre las naciones que defienden sus derechos, en el cual es el juez la fuerza y sirve de sentencia la victoria. Funk - Bretano y Alberto Sorel escribieron: "La guerra es un acto político por el cual varios Estados, no pudiendo conciliar lo que creen son sus deberes, sus derechos o sus intereses, recurren a la fuerza armada para que esta decida cuál de entre ellos, siendo más fuerte, podrá en razón de la fuerza, imponer su voluntad a los demás”.
Joseph de Maistre (1821) dijo, en sus Soirees de Saint Petesburg: "La guerra es divina en la gloria misteriosa que le rodea y en el atractivo no menos explicable que nos lleva hacia ella. La guerra es divina por la manera como se produce independientemente de la voluntad de los que luchan. La guerra es divina en sus resultados que escapan absolutamente a la razón."
G.W.F Hegel escribió: "la guerra es bella, buena, santa y fecunda; crea la moralidad de los pueblos y es indispensable para el mantenimiento de su salud moral. Es en la guerra donde el Estado se acerca más a su ideal porque es entonces cuando la vida y los bienes de los ciudadanos están más estrechamente subordinados a la conservación de la entidad común”.
El instituto de investigación de la paz internacional de Suecia, define la guerra como todo aquel conflicto armado que cumple dos requisitos: enfrentar al menos una fuerza militar, ya sea contra otro u otros ejércitos o contra una fuerza insurgente y haber muerto mil o más personas.

Causas de la guerra

Buscar una o varias causas a las guerras ha sido una constante para muchos historiadores y políticos con el fin de evitar posibles conflictos en el futuro o encontrar culpables. Así autores como Brian Hayes apuntan a que ciertas causas se tienen como ciertas.
Causas tradicionalmente admitidas
Desde el punto de vista socio-filosófico, se han avanzado muchas teorías sobre el origen y las causas de las guerras. En consecuencia, parece posible tratar de clasificar, muy en general, tales teorías en dos grandes divisiones: la que ve la guerra como producto racional de ciertas condiciones, primariamente condiciones políticas (famosamente, Carl von Clausewitz argumentó que la guerra es la continuación de la política por otros medios ) y otra "irracionalista", que ve la guerra como producto de una tendencia, últimamente irracional, de los seres humanos.

Las teorías irracionalistas pueden aproximarse desde dos puntos de vista:

Aquellas que ven el origen de la guerra en causas no amenable a tratamiento racional, por ejemplo, sentimientos religiosos o emociones. El extremo lógico de esta visión -que el hombre es un animal inherentemente agresivo -sujeto a tendencias tanto de competición como cooperación que se observan en animales sociales, situación que demanda la expresión ocasional de tales tendencias- se encuentra en algunas explicaciones ya sea biológicas, psicológicas o de la psicología social del origen de conflictos (ver, por ejemplo: Experimento de Robber's Cave).
La visión alternativa dentro de esta posición ve la guerra como originándose, a menudo, en equivocaciones o percepciones erróneas. Así, por ejemplo, Lindley y Schildkrautargumentan, a partir de un análisis estadístico, que la cantidad de guerras que se podría aducir tuvieron un origen racional ha disminuido dramáticamente en tiempos recientes (Lindley y Schildkraut ofrecen como ejemplos de tales equivocaciones la Guerra de las Malvinas y la Guerra de Iraq).

La visión alternativa, de la guerra como actividad racional, se basa en dos percepciones. La original de von Clausewitz acerca de la guerra constituyendo la persecución de (objetivos de) la política por otros medios, y una percepción posterior (implícita en von Clausewitz) que indica que se recurriría a la guerra cuando se estima que las ganancias superan a las pérdidas potenciales (es decir, a través de un análisis de costo-beneficio). A su vez, se pueden distinguir dos posiciones:
La teoría de la primacía de las políticas domésticas: se encuentra, por ejemplo, en las obras de Eckart Kehr y Hans-Ulrich Wehler (op. cit). Para esta posición, la guerra es el producto de condiciones domésticas. Así, por ejemplo, la Primera Guerra Mundial no fue producto de disputas internacionales, tratados secretos o consideraciones estratégicas, sino el resultado de condiciones sociopolíticas, incluyendo económicas, que, a pesar de ser comunes a varias sociedades, hacían sentir tensiones a cada una de ellas en forma interna, tensiones que solo se pudieron resolver a través de la guerra.
La teoría de la primacía de la política internacional, que se encuentra, por ejemplo, en la concepción de Leopold von Ranke, de acuerdo a quien son las decisiones de estadistas motivados por consideraciones geopolíticas las que conducen a la guerra.

La decepción estadística

Este deseo de conocer las causas para poder predecir cuándo estallará el próximo conflicto ha sido abordado en varias ocasiones. Uno de los investigadores del fenómeno bélico fue Lewis Fry Richardson. Este autor investigó todos los conflictos desde el siglo XIX hasta la década de los 1950; considerando conflicto aquel enfrentamiento donde han muerto personas por causa intencionada de otra persona; de este modo juntaba los conflictos bélicos con las muertes por asesinato y homicidio, la mezcla fue intencionada por sus experiencias en la Segunda Guerra Mundial por las cuales pudo comprobar el efecto de muchas de las órdenes que vio dar y la suerte corrida por muchos soldados, enviados a la muerte a causa de esas órdenes.
Richardson tuvo la idea de catalogar las guerras según el número de muertos de una forma similar a cómo se catalogan los terremotos: según su intensidad. Así, una guerra de magnitud 6 sería en la que morirían de 1.000.000 a 1.999.999 personas; pero por todas las dificultades que halló para saber el número de muertos en una contienda (llegó a decir que resultaba más fácil saber el número de estrellas de una galaxia o de neutrinos en el universo) Richardson aplicó un índice de error de 0,5 (más menos); con este índice de error una guerra de magnitud 3 sería aquella en la que perecieron entre 316.228 y 3.162.278.
Aunque Richardson no fue el primero en recopilar conflictos bélicos su trabajo es uno de los más exhaustivos, pues comenzó en 1940 y siguió hasta el año de su muerte en 1953. Según sus estudios entre 1820 y 1950 hubo 315 conflictos de magnitud 2,5 o superior (al menos 300 muertos).
Pese a reconocer que resulta muy difícil saber cuándo comienza un conflicto y cuando termina, si es uno o varios al tiempo o el ya citado número de muertos; los resultados fueron decepcionantes en cierto modo.
La frecuencia con la que estallan las guerras es muy similar a la de cualquier suceso aleatorio, lo que parece indicar que las guerras son imprevisibles.

La frecuencia con la que estallan las confrontaciones sigue la distribución de Poisson, lo que parece indicar que las guerras son un suceso aleatorio. Así pues el autor concluyó que la principal causa de la guerra es la casualidad.
En segundo lugar, colocó los conflictos cronológicamente y según su magnitud, para saber si algún tipo de conflicto se repetía o si un tipo de guerra iba en aumento o en detrimento respecto a las demás. Los resultados tampoco fueron concluyentes, volviendo a mostrar una distribución muy similar al suceso aleatorio. De esta forma la conclusión es que de las guerras no se aprende a evitarlas y que la probabilidad de que estalle un nuevo conflicto es la misma para cualquier día, no importa si antes ha sucedido otro ni el tamaño de este otro.
Profundizando en su trabajo realizó un estudio de países vecinos que entraban en guerra. Midiendo las fronteras llegó a la conclusión de que un país linda con otras 6 naciones por término medio; por lo que la probabilidad de que una nación entrara en guerra con un vecino era casi del 10%, si fuera un proceso aleatorio; sin embargo la estadística indicaba que la probabilidad era del 87,33% (de 94 guerras estudiadas sólo 12 no tenían frontera común). Por lo tanto, según el matemático, otra causa de la guerra es la vecindad.
Richardson también relacionó las guerras con otros factores comúnmente indicados por los historiadores, como crisis económica o religión, llegando a otras tantas decepcionantes conclusiones:
La carrera de armamento no tiene porqué desembocar en un conflicto armado: de 315 conflictos sólo en 13 había una carrera de armamento preparatoria.

Un idioma común no evita las guerras.

Una crisis económica no tiene por qué desembocar en guerras civiles, ni tampoco entre estados.
Sólo pueblos de distintas religiones tienen más probabilidad de entablar guerras entre ellos. Así mismo parece que los pueblos cristianos muestran más belicosidad que los de otros credos, al haber intervenido en una proporción mucho mayor de conflictos que el resto.
No obstante Richardson concluyó que ni siquiera la religión es una causa de gran importancia.

Concepto filosófico

Se ha sugerido que, desde un punto de vista moral o filosófico, sería posible hablar de una Guerra justa o lícita. Si ese es el caso, hay que distinguir:
Si la guerra en general puede ser lícita.
Si se cumplen o garantizan las condiciones requeridas.
A primera vista parece posible proponer que la guerra no es necesariamente ilícita. Existe el derecho de autodefensa o de legítima defensa contra el enemigo exterior, cuando ese ataca injustamente a un pueblo. Si se niega este derecho de legítima defensa se robustece al agresor y se pone en peligro la paz de los pueblos. Sin embargo, se ha sugerido desde una perspectiva ética que, para que una guerra pueda tener una licitud ética, existen una serie de condicionantes adicionales:
Que haya una injusticia real, verdadera y de gravedad.
Inviabilidad de defenderse por vía pacífica.
Perspectiva y esperanza de éxito final.
Que se pueda evitar un perjuicio a terceros inocentes.
La defensa del bien público prevalece sobre cualquier derecho del agresor e incluso sobre los riesgos que puedan tener los propios súbditos agredidos. Pero se considera ilícita la matanza injusta.
Desde ese mismo punto de vista filosófico, se considera que el movimiento a favor de la paz se hace acreedor del más alto reconocimiento. Dicho movimiento es difusor de un espíritu de entendimiento y comprensión entre los pueblos. Su fin ético y moral es conseguir la paz y los acuerdos sin derramamiento de sangre.

Tratadistas

El general chino Sun Tzu, en su célebre obra El arte de la guerra, afirmó que la guerra había que ganarla antes de declararla o de que existiera en sí misma. En este aspecto, el célebre general expondría en una sucinta frase su concepción sobre el carácter de la guerra: "La guerra, es el Tao del engaño"; así, pretendería establecer que el estratega virtuoso debía basar todas sus decisiones militares, buscando primeramente distraer la atención del enemigo en los elementos más sobresalientes de su posición, y de no tenerlos, inventarlos.
El pensamiento de Sun Tzu, dejaría una profunda impronta en el pensamiento militar moderno, no sólo en reconocidos pensadores, sino también en eximios estrategas como Napoleón Bonaparte, quien en su renombrada victoria en la Batalla de Austerlitz, aplicara aquellos preceptos del engaño.
El concepto de "guerra justa" fue presentado sistemáticamente por Tomás de Aquino en Summa Theologiae.
Erasmo de Rotterdam, el reconocido humanista renacentista, calificaba a la guerra con la frase "Dulce bellum inexpertis est", cuya traducción al castellano es "La guerra es dulce para los inexpertos".
El historiador árabe Ibn Jaldún descubrió por primera vez las causas materiales de la guerra.
Carl von Clausewitz, en su clásica obra De la guerra, pensaba que la guerra moderna es "La continuación de la política por otros medios" y que el fin de la misma era "desarmar al enemigo", no exterminarlo; de aquí nació el concepto de desarme mutuo, que imposibilita toda guerra y da paso a la política. La guerra sería pues un "acto político" y esta manifestación ponía en juego lo que él consideraba el único elemento racional de la guerra.

Guerras Récord

Según el Libro Guinness de los Récords los siguientes conflictos están cada uno en un extremo
La guerra más breve que se conoce es la que se declaró entre Gran Bretaña y Zanzíbar (posteriormente se uniría con Tanganica para formar la actual Tanzania), el 27 de agosto de 1896, según los registros, duró sólo 38 minutos.
La guerra más larga habría sido la Guerra de los Cien Años que duró 116 años. Otro conflicto bélico también de larga duración fue las Cruzadas, una serie de batallas que duro cerca de 200 años. No obstante, la llamada Guerra de Arauco, una serie interrumpida de batallas, duró unos 300 años, con largos periodos de tregua. Si se considera como una guerra continua, la guerra de la Reconquista en la península Ibérica es, con mucho, la más larga de la historia con casi 800 años, si no consideramos los frecuentes tratados de paz, alianzas y batallas esporádicas muy localizadas. Eran las típicas guerras de tipo feudal, que ocasionaron la proliferación de castillos defensivos, los cuales le dieron el nombre al reino de Castilla, aunque también proliferaron en el resto de la península.
La guerra más sangrienta por el número de muertos fue, con mucho, la Segunda Guerra Mundial con sus más de 60 millones de muertos por una u otra causa. Sin embargo, la Guerra de la Triple Alianza lo sería en relación a la aniquilación de una población nacional organizada (la población paraguaya), descendiendo los habitantes de Paraguay de 1.400.000 a 220.000; quedando sólo unos 30.000 varones en edad reproductiva.

Nuevamente la Segunda Guerra Mundial ostenta el récord de ser la más costosa económicamente.
La guerra civil más sangrienta, entendida como la que produjo mayor número de muertos, se produjo en la China de la dinastía Qing y es conocida como Rebelión Taiping (Gran Paz traducido del chino). Se libró entre la citada dinastía Qing y tropas del gobierno Manchú, también chino, desde 1851 a 1864 donde los cálculos más ajustados indican que las muertes pudieron oscilar entre los 20 y los 30 millones de personas, incluidos 100.000 asesinatos por las fuerzas gubernamentales en el saqueo de Nankín, entre el 19 y el 21 de julio de 1864.
Las guerras que más continentes, territorio y países abarcaron en todo el mundo fueron: La Primera y la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo a lo largo de la historia hubo varios conflictos que abarcaron gran cantidad de territorio y países de todo el mundo, esos son:
Guerra contra el terrorismo, Guerra de los Siete Años, Guerra de la Sucesión Española, Guerra de Sucesión Austriaca, Guerras Napoleónicas, Guerra Grande, Cruzadas, Guerra Fría, Guerra de Vietnam, Guerra de Corea, Guerra Civil Griega, Guerra de la Frontera, Guerra Civil Angoleña, Guerra Afgano-Soviética, Guerra de Granada, Conflicto árabe-israelí, Guerra del Golfo, Guerra de Kosovo y Operación Fuerza Aliada

Algunas formas de guerra

Guerra absoluta, Guerra acorazada, Guerra aérea, Guerra ártica, Guerra asimétrica, Guerra civil, Guerra climática, Guerra bacteriológica o biológica, Guerra comercial, Guerra convencional, Guerra de agresión, Guerra de baja intensidad, Guerra de cuarta generación, Guerra de desgaste, Guerra de guerrillas, Guerra de la información, Guerra de posición, Guerra de trincheras, Guerra electrónica, Guerra escatológica, Guerra Fría, Guerra irrestricta, Guerra justa, Guerra mundial, Guerra naval, Guerra nuclear, Guerra Numérica, Guerra química y bacteriológica, Guerra relámpago, Guerra santa, Guerra subsidiaria, "proxy" o por poderes, Guerra sucia, Guerra terrestre y Guerra total.

Violencia

La violencia es el tipo de interacción humana que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada, provocan, o amenazan con hacerlo, un daño o sometimiento grave (físico o psicológico) a un individuo o una colectividad.
Se trata de un concepto complejo que admite diversas matizaciones dependiendo del punto de vista desde el que se considere; en este sentido, su aplicación a la realidad depende en ocasiones de apreciaciones subjetivas.

Concepto

El elemento esencial en la violencia es el daño, tanto físico como psicológico. Este puede manifestarse de múltiples maneras (por ejemplo, los estímulos nocivos de los que depende) y asociado, igualmente, a variadas formas de destrucción: lesiones físicas, humillaciones, amenazas, rechazo, etc. Es destacable también el daño (en forma de desconfianza o miedo) sobre el que se construyen las relaciones interpersonales, pues está en el origen de los problemas en las relaciones grupales, bajo formas como la polarización, el resentimiento, el odio, etc., que, a su vez, perjudica las redes sociales y de comunidad.
Otro aspecto de la violencia que hay que tener en cuenta es que no necesariamente se trata de algo consumado y confirmado; la violencia puede manifestarse también como una amenaza sostenida y duradera, causante de daños psicológicos en quienes la padecen y con repercusiones negativas en la sociedad.
En otro orden de cosas, cuando la violencia es la expresión contingente de algún conflicto social puede darse de manera espontánea, sin una planificación previa minuciosa.
La violencia puede además ser justa o injusta; legítima o ilegítima; encubierta o abierta; estructural o individual.

Es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños físicos o psicológicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente, con la agresión física, ya que también puede ser psicológica, emocional o política, a través de amenazas, ofensas o acciones. Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad, otras son crímenes. Distintas sociedades aplican diversos estándares en cuanto a las formas de violencia que son o no son aceptadas. Por norma general, se considera violenta a la persona irrazonable, que se niega a dialogar y se obstina en actuar pese a quien pese, y caiga quien caiga. Suele ser de carácter dominantemente egoísta, sin ningún ejercicio de la empatía. Todo lo que viola lo razonable es susceptible de ser catalogado como violento si se impone por la fuerza.
Existen varios tipos de violencia, incluyendo el abuso físico, el abuso psíquico y el abuso sexual. Sus causas pueden variar, las cuales dependen de diferentes condiciones, como las situaciones graves e insoportables en la vida del individuo, la falta de responsabilidad por parte de los padres, la presión del grupo al que pertenece el individuo (lo cual es muy común en las escuelas) y el resultado de no poder distinguir entre la realidad y la fantasía, entre otras muchas causas.

Frases célebres

"Por naturaleza somos agresivos [...] Por la razón somos violentos" (Anónimo).
"La gente es violenta y destruye la naturaleza, los humanos son solo agresivos y viven en paz con ella." (Anónimo).
"El "instinto de lucha humano" es la causa de la violencia contemporánea" (Konrad Lorenz).
"La violencia es una forma de control que se apodera de la libertad y de la dignidad de quien la padece" (Anónimo).
"El agresivo nace, el violento se hace" (José Sanmartín, Catedrático de la Universidad Española de Valencia).
“Todos los hombres han nacido para la cooperación, para jugar, amar y vivir, y sólo la frustración de estos términos son los que conducen a la agresividad y la violencia" (Ahsley Montagu, La violencia innata del ser humano es un mito).
“La violencia es parte del ser humano " (Danny Mendoza Yenque)

Violencia en la pareja

En esta página platicaremos acerca de la Violencia que muchas veces se da en las relaciones de pareja, por ejemplo; el noviazgo o una pareja de casados.
El objetivo es conocer que es y cómo se da para que la puedas prevenir y además para que sepas que hacer si en tus relaciones llegara a darse.
¿Por qué una página para prevenir violencia?
Porque la violencia se puede prevenir, y hay que prevenirla. Imagínate que de acuerdo al inegi 90% de las mujeres han sufrido violencia en alguna de sus relaciones pasadas y 60% viven violencia en sus relaciones actuales.
Los hombres también pueden ser víctimas de violencia así mismo. Según un estudio publicado en la "revista panamericana de salud pública," no había diferencias significantes entre el número de hombres que les pegan a sus esposas y el número de mujeres que les pegan a sus maridos.
La violencia existe a pesar del género y es importante que busques ayuda si padeces de violencia doméstica.

¿Qué es la violencia?

Cuando una persona (agresor) ejerce violencia sobre otra persona (víctima), lo que quiere es controlarla, manejarla, manipularla, presionarla, sentir que tiene poder sobre ella llevando a que pierda su propia voluntad. Mientras que la agresión sólo busca lastimar, la violencia va más allá buscando controlar y someter a la víctima.
¿La violencia se hereda, se aprende o de dónde viene?
La razón principal por la que una persona se hace violenta es por lo que aprende desde la infancia y adolescencia; por el ejemplo que ve. Lo aprendemos en la familia, escuela, televisión, el cine, etc. Aunque hay una parte que puede ser determinada biológicamente está o no basta para hacer que una persona sea violenta; por lo tanto una persona que es violenta no se puede justificar diciendo que lo heredó.

¿Cuáles son los tipos de violencia?

FÍSICA: Patadas, empujones, pellizcos, jalón de pelos, golpes, cualquier tipo de contacto físico no deseado; este tipo de violencia puede llevar al HOMICIDIO.
EMOCIONAL: Celos, posesividad, amenazas de muerte, chantajes, expresiones que nos hacen sentir culpables, inferiores o inseguros, que no valemos, que estamos locos; son formas de violencia emocional. Este tipo de violencia es muy peligrosa porque es muy común que sea INVISIBLE ya que cuando se experimenta pensamos es “normal”; a veces hasta la apreciamos, sobre todo en sus primeras fases. Un ejemplo típico es el de pedirle repetidamente a tu novia que no vaya a una reunión con sus amigas con el pretexto de que quieres pasar más tiempo con ella; otro es celar a tu pareja o exigirle “pruebas de amor”.
SEXUAL: Presionar para ver fotografías o videos pornográficos, obligar a que use o a que no use un método anticonceptivo, burlarte de la respuesta sexual de tu pareja, obligar a alguien a ser tocado, acariciado o a tener relaciones sexuales cuando no quiere.
ECONÓMICA: Cuando el dinero es la forma que se utiliza para chantajear, esconder el dinero del gasto, no ser sinceros con las cuentas que manejamos, que te quiten el dinero que ganas, obligarte a pedir dinero o hacer algo incómodo para que lo consigas.
INSTITUCIONAL: Cuando una institución que fue creada para brindar un beneficio social se niega a prestar sus servicios a una persona debido a su género, su nivel socioeconómico, su origen, su religión, a su preferencia sexual, a que es portador de VIH. Otro caso es cuando se presiona a nivel institucional a que los integrantes de la institución se involucren en actividades contrarias a su bienestar tales como tener que trabajar sin tener claro cuál es su sueldo o sus condiciones de trabajo.

¿Si me están lastimando que puedo hacer?

Guarda tu coraje para después, para cuando estés a salvo de la violencia. No lo muestres en ese momento. Te diga lo que te diga tu agresor, recuerda:
Protege tu cuerpo, sobre todo tu cabeza y tu abdomen.
Pelea de regreso sólo si crees que no te lastimará más por ello.
Grita, pide ayuda.
Busca ayuda. Ve a un centro de salud, a un hospital, a un médico o con una persona de tu confianza.
Salir de esa relación no va a ser fácil; tal vez implique enfrentarse a fuertes problemas económicos y emocionales, pero cada vez hay más grupos de apoyo; búscalos.
¿Cómo puedo prevenir que todo esto suceda?
Cuando tomas tus propias decisiones y tienes el control de tu vida en tus más serás capaz de prevenir abusos y violencia en tu contra ya que tomaras decisiones informadas, y podrás enfrentarte a situaciones difíciles con más facilidad y seguridad.
Ahora que conoces y tienes más información sobre la violencia tienes el primer paso para poder prevenirla. Lo que antes podía ser invisible ahora ya sabes que lo puedes ver y prevenir.
IMIFAP también ofrece talleres y libros para ayudar a la gente tomar el control de su vida en sus manos y prevenir la violencia, y para que unos ayudemos a otros a otros tomar el control de su vida en sus manos y prevenir la violencia.

Violencia doméstica

La violencia familiar o doméstica es un tipo de abuso. Implica lastimar a alguien, por lo general un cónyuge o una pareja, pero también puede ser un padre, un hijo u otro familiar.
La violencia doméstica es un problema muy serio. Es una causa común de lesiones. Las víctimas pueden sufrir lesiones físicas, como hematomas o fracturas óseas. Pueden sufrir emocionalmente de depresión, ansiedad o aislamiento social.
Es difícil conocer con exactitud la incidencia de la violencia doméstica, ya que frecuentemente las personas no la denuncian. No existe una víctima típica. Ocurre entre personas de todas las edades. Afecta todos los niveles de ingresos y de educación.

Paz

La palabra paz deriva del latín pax. Es generalmente definida, en sentido positivo, como un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad, y en sentido negativo, como ausencia de inquietud, violencia o guerra.
Desde el punto de vista del Derecho internacional, y por extensión de la definición anterior, el término Paz es un convenio o tratado que pone fin a la guerra (como por ejemplo, el proceso de Paz de Westfalia).
Puede hablarse de una paz social como entendimiento y buenas relaciones entre los grupos, clases o estamentos sociales dentro de un país. En el plano individual, la paz designa un estado interior, exento de cólera, odio y de sentimientos negativos. Es, por lo tanto, deseada para uno mismo e igualmente para los demás, hasta el punto de convertirse en un saludo (la paz esté contigo) o una meta de vida.
La Paz es también una parte de la liturgia católica.

Paz política

Se puede señalar que no en todas las culturas se consideró a la paz de una forma positiva. En pueblos como los Vikingos o los Hunos, cuya principal actividad era el saqueo de comunidades cercanas, se exaltaba por el contrario a los guerreros y las virtudes propias de los mismos.
La articulación entre la paz y su opuesto (guerra, violencia, conflicto, cólera, etc.) es una de las claves defecto:
• El estatus del individuo. • La formación del adulto. • Los medios admitidos. • El valor de la civilización. • El estatus y el papel de las organizaciones (estado, empresas, sindicatos, etc.).
En el I Ching, lo opuesto a la paz es el estancamiento. Simbólicamente, esto indica que la paz no es un absoluto, sino una búsqueda permanente. Y además, indica que el conflicto no es lo opuesto a la paz. Conviene en un trámite hacia la paz, transformar el conflicto, no suprimirlo. Las gestiones no-violentas encarnan este trámite de transformación pacífica del conflicto.
Martin Luther King, Jr. escribió en su Carta de Birmingham escrita en la prisión que la verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión: es la presencia de justicia.

La noción de paz en la Biblia

El Antiguo Testamento cuando usa la expresión “paz” (shalom) especialmente en los saludos se refiere a un bienestar material y de espíritu: “La paz esté contigo” o “con vosotros” (cf. Gn 29, 6) y en este sentido no se opone a la guerra Tal paz solo puede venir de Dios mismo que quiere darla en compensación por la fidelidad de su pueblo a la Alianza aun cuando la paz en su sentido más pleno se espera para los tiempos del Mesías que es llamado Príncipe de la paz (cf. Is 9, 6) que además viene a pregonarla incluso a quienes no pertenezcan al pueblo escogido (cf. Zc 9, 6, Sal 72, 7).
En el Nuevo Testamento la expresión ειρενη mantiene el sentido dado en el Antiguo Testamento, pero también se ve influido por el contexto más griego que implica una ausencia de enemigos o contrariedades:
... soportándoos unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu por el vínculo de la paz
Ef 4 2-3
Sin embargo, es por la unión con Cristo y la reconciliación que Él ha obtenido que se puede hablar de verdadera paz entre todos sean estos judíos o gentiles (cf. Rm 5, 1-5, Ef 2, 14-22). Es generalmente definida, en sentido positivo, como un estado de tranquilidad o quietud, y en sentido opuesto como ausencia de inquietud, violencia o guerra.
La palabra “paz” en la Biblia tiene muchos significados. Según se enumeran en The New International Dictionary of New Testament Theology (El nuevo diccionario internacional de la teología del Nuevo Testamento), algunos son: “Por todo el Antiguo Testamento, [shalom] (paz) abarca bienestar en el sentido más amplio de la palabra (Jue. 19:20); prosperidad (Sal. 73:3), hasta con relación a los impíos; salud corporal (Isa. 57:18[, 19]; Sal. 38:3); contentamiento [...] (Gén. 15:15, etc.); buenas relaciones entre las naciones y entre los hombres ([...] Jue. 4:17; 1 Cró. 12:17, 18); salvación ([...] Jer. 29:11; cf. Jer. 14:13)”.

Otras acepciones

Se conoce como "Paz Romana" (en referencia a la Pax romana del Imperio romano) a una situación en que una fuerza gobierna ejerciendo poder de forma unilateral, sin estar sometida a control alguno y sin respetar los derechos de aquellos a quienes gobierna. El propósito de la expresión es diferenciar a dicha situación de la que se considera como auténtica paz, ya que aunque carezca de violencia o conflictos armados no constituiría una situación ideal o que se desee que perdure. Es mejor llamado: "la paz del fin a la guerra."

La Medición de la Paz

Las dificultades que se presentan al tratar de definir el concepto de paz puede explicar por qué son tan pocos los intentos de medir el estado de paz en las diferentes naciones del mundo. El Índice de Paz Global es el primer índice en medir los niveles de paz en los países del mundo y de identificar algunas de las fuerzas que impulsan la paz. El Índice mide la paz definida como la ausencia de violencia. El proyecto aborda la tarea de medir la paz desde dos lados – el primer objetivo es de crear un modelo de puntuación y un índice de paz mundial que ordene 149 naciones por sus estados de paz relativos usando 23 indicadores que van desde el nivel de gastos militares de la nación a sus relaciones con países vecinos y el nivel de respeto a los derechos humanos. Los indicadores han sido seleccionados al ser los mejores conjuntos de datos disponibles que reflejan la presencia o ausencia de paz, y que contienen ambos datos cualitativos y cuantitativos obtenidos desde una serie de fuentes confiables. El segundo objetivo es usar los datos obtenidos del Índice de Paz Global para empezar investigaciones de la importancia relativa de una serie de determinantes o fuerzas posibles –incluyendo niveles de democracia y transparencia, educación y bienestar nacional –que pueden influenciar la creación y mantenimiento de sociedades pacíficas, tanto interna como externamente.

Educación para la paz

A lo largo de la historia se ha concluido que la paz puede y debe aprenderse, y para hacer esto posible se ha de supeditar en el proceso educativo la comunicación de conocimientos, con la invención- apoyo- abstención de ciertos hábitos/ rutinas y con una serie de pautas y valores. Hay quien también opina que la paz no puede adquirirse a través de la educación “no se puede educar a nadie para la paz, (aunque existen actividades encaminadas al fomento de la paz como se indicará posteriormente). Ésta es una condición que sólo puede obtenerse a través de la acción social”. Siempre ha existido cierto interés y anhelo por la paz, se sabe que el concepto de su educación específica tiene sus orígenes filosóficos mucho más antiguos a una década.
La paz es el proceso de búsqueda de justicia en los diferentes niveles de relación humana. Este es un concepto dinámico el cual nos lleva a hacer brotar, arrostrar y solventar los conflictos de manera no-violenta, con el fin de alcanzar una concordia de la persona consigo misma, con la naturaleza y con los demás.
La investigación para la paz tiene un carácter desusado en cuando a disciplina con demanda científica. Pretende introducir introspección en la ciencia, divisar las causas de la guerra y de la violencia para socavar su autenticidad como instrumento político y fomentar así condiciones de paz. Entre sus características definitorias destacan: “interdisciplinariedad, transdisciplinariedad, carácter normativo, orientación hacia la acción, su naturaleza internacional y la búsqueda de receptores diversos.”
A.J. Muste (1885 – 1967) dijo: ”No hay un camino hacia la paz, la paz es camino”. Por ello, la reiteración en la educación para la paz radica tanto en su método como en su contenido. La paz no es una meta, sino un proceso, por el que hay que aprender a entrar en los conflictos y resolverlos de forma positiva sin usar la coacción.
La necesidad de educar en valores para la indisciplina y para el enfrentamiento nos lleva a otro problema de la educación para la paz, el problema de la elección, el conformismo o la pseudoespeciación cultural. El conformismo se ha desarrollado en épocas actuales, y en ese proceso ha jugado un papel destacado en la educación. La pseudoespeciación cultural, conserva la guerra, el militarismo y la aceptación de la idea del enemigo.

Contexto institucional

Actualmente, el tema de la educación para la paz o educación en valores es un tema que se ha puesto de moda en el contexto institucional; es decir, a nivel de centros escolares y en general en el ámbito de la educación.
En los últimos diez años se han analizado la posibilidad y el modo de enseñar en el aula las materias del conflicto y de la paz. En este asunto están interesados los padres, los jóvenes, los políticos y los profesores, es una preocupación tanto nacional como internacional. Gracias a la información que han aportado los medios de comunicación, el público se ha interesado más por la cuestión de la enseñanza escolar sobre la paz y el conflicto. Los jóvenes, como hemos dicho anteriormente, muestran sus temores e inquietudes por estos asuntos, al igual que un gran número de docentes muestran su preocupación por el ambiente belicoso de muchas aulas y escuelas, por la razón de que tantos alumnos se sientan aburridos, insultados o humillados por sus experiencias; en general, los profesores dan cuenta del aumento de chicos agresivos. La educación para la paz tiene la misión de responder a los problemas de conflicto y de violencia en todos los ámbitos; es un intento de crear futuros más justos y firmes. A lo largo de la historia de la humanidad ha existido siempre un interés y un anhelo por la paz, sus orígenes filosóficos son mucho más antiguos.
Se puede hablar de paz negativa al ser definida sólo como la ausencia de guerra, y paz positiva cuando en vez de ser considerada simplemente como la ausencia de guerra, pasa a ser una cooperación y un cambio social no violento orientado a la creación de una sociedad con estructuras más justas y equitativas.
La educación para la paz tiene varios enfoques:
Como mediación y solución de conflictos.
Como paz personal.
Como orden mundial.
Como la abolición de las relaciones de poder.

Para educar en la paz se pueden hacer multitud de actividades relacionadas con muy diversos temas y desde diferentes puntos de vista:
Desde el entorno inmediato se pueden tratar temas y actividades como:
El entorno escolar: buscar dónde y cómo surgen los conflictos y buscar soluciones a ellos.
En la familia: se pueden comparar las familias actuales con las de antes para ver los lados positivos y negativos de cada una.
La ciudad y el barrio: se pueden analizar las relaciones que entabla la gente del barrio, para esto se puede observar el ambiente en los bares, la frecuencia de peleas, las situaciones agresivas,…
Las personas y el medio ambiente: se pueden observar las principales zonas de contaminación y pensar soluciones para evitar este problema.
La televisión: se pueden analizar los diferentes tipos de programas que se emiten por televisión. Si son de violencia, agresivos, educativos, etc., y ver a que hora se emiten cada uno de ellos, para saber si se emiten a las horas adecuadas.
Las relaciones hombre- mujer: reflexionemos por qué en algunos trabajos, solo admiten a hombres y por qué estos en ciertos trabajos ganan más que las mujeres.
La información: se pueden buscar en distintos periódicos noticias y luego se respondería a las siguientes preguntas:
¿A qué noticias se les da más importancia, a las violentas o a las no violentas?
¿Salen muchas noticias relacionadas con la paz?
Los derechos humanos: podemos leer el texto de los derechos humanos y ver si se cumplen en nuestra sociedad y en qué medida.

El trabajo de educar para que se desarrolle la paz no es nada sencillo, por eso requiere varios procesos. Pero, ¿por qué educar para la paz? Educamos para la paz puesto que en la sociedad que nos rodea existe un panorama antipacitista, que llega desde distintos medios: como puede ser la televisión, Internet, culturas dominantes… cuyo papel es negativo para el progreso adecuado de la sociedad en torno a la búsqueda de la paz en el mundo y el bienestar común.
Para poder educar de la manera acertada debemos hacer una valoración previa de cuanto nos rodea. Para ello, se debe tratar de ahuyentar las guerras, violencias… y sobre todo iniciar un cambio de valores y actitudes tradicionales, de manera que se elimine los ideales que influyen en el pensamiento negativo y trágico de la sociedad.
Este proceso de educación para la paz a lo largo de la vida ha pasado por diferentes etapas que han tratado de abolir la guerra; aunque estos medios no han resultado del todo eficaces puesto que la guerra aunque ha desaparecido un poco no es del todo, y desgraciadamente todavía no está totalmente expandida la paz en el mundo.
Por eso hay que intentar educar para la paz, aunque la respuesta a esta idea se encontraría con la búsqueda y posterior concienciación de la persona individual y socialmente mediante la armonía del ser humano consigo mismo, con los semejantes y con la naturaleza resultante de la sociedad que le rodea. De esta manera la persona estaría a gusto consigo mismo a la vez que poco a poco va conociendo cada vez más a las demás personas mediante lazos de comunicación, justicia y convivencia.
Y no sólo con las personas es importante que se desarrolle la paz (aunque esto sería la idea fundamental) sino también con el ambiente que le rodea, es decir, que no pretenda modificarlo estableciendo enfrentamiento con los demás.

En definitiva, lo que se pretende educando para la paz es resolver no-violentamente los conflictos personales, sociales y ambientales hasta conseguir la triple armonía: la personal, la social y la ambiental. Este proceso busca un buen crítico deseado y hecho para satisfacer una tendencia humana perfeccionista en la cual se busca no solo la verdad sino el bienestar común.
Mediante este sistema pacifista no-violento se pretende resolver los conflictos mediante el diálogo con la aportación de argumentos y defensa de aquello que se considera verdadero. El diálogo da lugar a una actitud de escucha hacia el otro para establecer razones de confianza y solidaridad entre ambos. La educación para la paz, es un proceso que supone: la lucha contra la violencia que está presente en todo el mundo, incluso en el ámbito escolar, como es la competitividad, el racismo…a la vez que supone crear una nueva sensibilidad que favorezca la aceptación y la comprensión del otro.

CONCLUSIÓN

Para concluir podemos decir que los tres temas están ligados entre sí.
La guerra puede ser causa de múltiples factores, por la misma economía o por parte de algún territorio.

La paz es lo más positivo y trata de combatir porque ya no haya más guerras que vivamos en un mejor mundo donde haya estabilidad por las partes negativas que lleguen a dejar la violencia de lado.

Esto nos da origen a que empiecen a ocasionarse problemas entre las personas, bajo formas como la polarización, el resentimiento, el odio, etc., que, a su vez, perjudica las redes sociales y de comunidad.






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